Cuando alguien o algo importante se va, todo parece detenerse.
El duelo no solo aparece ante la pérdida de una persona querida. A veces duele un cambio, una etapa que termina o una versión de ti que ya no está. No hay una forma correcta de vivir el duelo: cada proceso es único, y merece ser acompañado con respeto y tiempo.
Comprender lo que estás sintiendo
El duelo es una respuesta natural ante la pérdida. No es una enfermedad, sino una expresión del amor y del vínculo que existía. A veces se manifiesta con tristeza, culpa, rabia o confusión; otras, con una sensación de vacío o desconexión. No se trata de olvidar, sino de aprender a vivir con lo que fue, integrando poco a poco la ausencia en la vida.
Cómo puedo acompañarte en este proceso
- Crear un espacio seguro donde puedas expresar tu dolor sin prisa ni juicio.
- Explorar el significado de la pérdida y lo que representaba para ti.
- Acompañarte en las diferentes etapas del duelo, a tu propio ritmo.
- Ayudarte a reconectar con la vida, sin olvidar lo vivido.
Algunas personas que han atravesado sus propios procesos comparten aquí cómo se sintieron acompañadas.
"Encontré un espacio donde mi dolor podía existir sin tener que explicarlo. Sentí calma por primera vez en mucho tiempo."
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"Aprendí que el duelo no se supera, se transforma. Agradezco haber tenido este acompañamiento."
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"Sentí que podía hablar sin miedo y sin que me dijeran que tenía que 'superarlo'."
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Con el tiempo, el duelo deja de ser una herida abierta para convertirse en una forma de amor que se recuerda con calma. No hay prisa, solo el deseo de acompañarte en ese camino hacia la serenidad.
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Una primera conversación para conocernos, compartir cómo te sientes y descubrir si este acompañamiento puede ayudarte.
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